
Me gustaría hablar de mi experiencia como participante activa en la cabalgata.
A pesar del viento, el frió, la lluvia y de estar recién operada, mi experiencia a sido conmovedora, es una sensación inexplicable.
Ir por las calles de mi ciudad viendo la cara de la multitud de niños ilusionados por ver a sus reyes, deseando decirles que se habían portado bien y que habían sido buenos chicos.
Ver sus ojitos mirándote boquiabiertos y oír algún que otro "mira son hadas""mira son ángeles""mira son mariposas".
No se me quito la sonrisa de la cara durante el recorrido, me envolvió esa magia esa inocencia que tiene los niños, es algo que no se puede explicar con palabras.
Mereció la pena.
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